El Rey León

Título original: The Lion King (TLK)
Fecha de lanzamiento: 1994
Dirección: Rob Minkoff, Roger Allers
Producción: Don Hahn
Guion: Irene Mecchi, Jonathan Roberts, Linda Woolverton
Música:  Hans Zimmer
Reparto: Matthew Broderick (Simba), Jeremy Irons (Scar), Ernie Sabella (Pumba), Nathan Lane (Timón), Moira Kelly (Nala), Robert, Guillaume (Rafiki), Rowan Atkinson (Zazu), James Earl Jones (Mufasa)

Desde un principio se tenía la idea en el equipo creativo que la 32va cinta de Disney no tenían que aparecer humanos. Jeffrey Katzenberg* impusó un nuevo enfoque a los proyectos de inyectarles moralejas.
Tras la muerte de su padre Katzenberg propusó a su equipo tocar este delicado tema del fallecimiento de un buen padre, para presentarlo a un público infantil como lo hizó Bambi en 1942.
El estudio se arriesgo con la idea aprobando el proyecto.

El comienzo de la cinta empieza con el crepúsculo al amanecer donde todos los animales de la sabana se reunen en la Roca del Rey para recibir al nuevo heredero de Pridelands.
Rafiki sostiene en sus brazos al protagónista siendo apenas un bebé, su nombre es Simba.
Simba es un cachorro que vive feliz sin ninguna preocupación, esperando algún día convertirse en rey y hacer todo lo que quiera. Nala es su mejor amiga y siempre va con ella a todas partes en sus aventuras.
Mufasa es el padre de Simba, un león majestuso, amoroso y el mejor padre que la casda Disney pudo haber diseñado hasta hoy.
Le enseña a Simba la Ley más importante para tener un equilibrio con todas las formas de vida que existen desde la más pequeña hasta la más veloz. Es el Ciclo sin Fin
Al principio Simba no lo entiende pero más adelante lo aplicará para el mejoramiento de su reino.

Como toda buena historia siempre cuenta con sus villanos y su nombre es Scar, hermano de Mufasa, y tío de Simba.
El siente que debe ser el rey de Pridelands y no Simba, pero para que le toque la corona tiene que deshacerse de la competencia.

El maléfico plan tiene secuencia en el cañon, con ayuda de las hienas que se aliarón a Scar para no padecer hambre, no se sabe como Shenzi, Banzai y Ed son los vasayos de un león pero gracias a ellos Scar consigue lo que quiere.
Los tres esperan la señal para dar comienzo a la escena de una gran tragedía.
Simba ensayando su rugidito ve con desesperación el acercamiento de la estampida de ñués bajando por el cañon, como una avalancha de nieve desprendiéndose de la montaña. No tiene a donde huir, Zazú sospecha por el movimiento de la manada de ñues y Scar confirma que Simba está en medio del aljetreo de aquellos animales. Mufasa se lanza a su rescate. Recuerden que el planteamiento de Katzenberg es contar el deceso de un padre, y en la escena del cañon lo cumple a la perfección.
Scar engaña a Simba haciéndole creer que es su culpa que Mufasa ya no este vivo, asustado huye y después ordena a las hienas a aniquilarlo. De esta forma se corona a si mismo como nuevo rey de Pridelands y con su nuevo cargo hara un reino glorioso entre leones y hienas conviviendo en un mismo espacio sin respetar la regla universal del Ciclo sin Fin.

Años después Simba regresa del exilio advertido por Nala y convencido por Rafiki, viendo que Scar no respeta las leyes de Mufasa, haciendo lo que se le venga en gana dañando el equilibrio del ecosistema por ser un pésimo monarca y por supuesto maltratando a su madre sarabi. Reta a scar para que pelee o que dimite la corona.
Scar prefiere pelear atacando sin previo aviso Simba lo arroga de la cima de la Roca del Rey y las hienas lo atacan molestas de ser señaladas como el verdadero enemigo de Simba.

Aquí todo lo que se propusó Katzenberg mostrar en la cinta lo consigue, incluso la moraleja al final donde con paciencia, perseverancia y enfrentar tus más grandes temores harán que consigas lo que te propones.

ARGUMENTO:

La sabana africana es el escenario en el que tienen lugar las aventuras de Simba, un pequeño león que es el heredero del trono. Sin embargo, se ve forzado a exiliarse al ser injustamente acusado de la muerte de su padre. Durante su destierro, hará buenas amistades y, finalmente, regresará para recuperar lo que legítimamente le corresponde.

*Se suele decir que la vida imita al arte, y en este caso así sucedió. El presidente de Disney, Frank Wells, murió en un accidente de helicóptero en 1994, y en el estudio se estableció una batalla por la sucesión al “trono”. Katzenberg, dado que había salvado al estudio de la bancarrota y lo había encaminado en una nueva dirección, se consideraba (con razón) el sucesor más adecuado para llevar las riendas. Sin embargo, los directivos acabaron nombrando a Michael Ovita, y Katzenberg, descontento con ello y con las presiones para suavizar El rey león, abandonó proyecto y estudio para crear su propia compañía junto con Steven Spielberg y David Geffen: DreamWorks SKG.

¡Rugidos!